domingo, 8 de mayo de 2011

Karen

Fumiis debería pensarse mejor a quien le cuenta sus sueños... xD

Advertencias: Lime, Femslash/Yuri/comoqueraisllamarlo:

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Debía ser cerca de la media noche. Una chica paseaba bajo la luz de la luna, enfundada en un vestido negro de fiesta. Se pasó una mano por el pelo, igual de oscuro que el vestido. Estaba notablemente mareada.

—¿Quién te mandó beber esa mierda, Karen?—Se preguntó a sí misma.

Apoyó la espalda en una pared, todo le daba vueltas. Buscó en su bolso una botella de agua, que no encontró. Se llevó la mano a la frente, esperando que la suave brisa la despejara un poco. En el silencio de la noche escuchó unos pasos. Alzó la mirada de suelo, para encontrarse con una mujer. Sus ojos recorrieron su cuerpo, desde sus pies hasta su pelo rubio, fijándose en cada detalle del corto vestido azul que la envolvía. De pronto se encontró con los ojos de ella, castaños, profundos como una cueva que se internaba en la tierra. Karen achacó su presencia a los efectos de alcohol, dándole la categoría de alucinación. Cambió de idea cuando aquella mujer llevó una mano a su barbilla, obligándola a levantar la cabeza. En un instante se adueñó de los labios de la morena. Karen, completamente desorientada, se dejó llevar.

La mujer la cogió por la cintura, atrayéndola hacia sí. Profundizó el beso, jugando con la lengua de Karen y el piercing que tenía bajo esta. Recorrió cada centímetro de su boca. Karen tardó en darse cuenta de lo que estaba sucediendo.

¿Qué estoy haciendo?—pensó—Es una chica, Karen, una chica. ¿Qué hago?

Su mente se dedicaba a pensar mientras su cuerpo se dejaba hacer. Se entregó a las caricias que aquella mujer inconscientemente. Aquellas manos la recorrieron por completo, haciéndola sentir cosas que nunca había imaginado.

¡A la mierda!— se gritó a sí misma.

Tomó el control de su cuerpo. Llevó una mano a la espalda de aquella mujer, y enredó los dedos de la otra en su pelo rubio. Besó y mordió sus labios, recorrió su cuello y atrapó el lóbulo de su oreja derecha. Recorrió aquella espalda, encontrándose varias veces con la cremallera del vestido. La mujer la detuvo un instante. La rodeó, situándose a su espalda.

—Cierra los ojos— le dijo al oído.

Karen obedeció. Sintió una mano en su pecho, otra en su mejilla que la obligaba a ladear la cabeza. Un nuevo beso, fugaz. Apenas un roce. Y después, nada. Un minuto permaneció Karen allí parada, esperando, hasta que abrió los ojos. Estaba sola.

—Maldito sea el alcohol.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

waaa, esta muuuuy bien, k chulo (pena k sea tan cortito u.u) te felicito ^^

Sara dijo...

Waaaaaaaaaaa!!! O_O

Que waaaayy! Me ha encantadooo!!!!

Aqui tienes el primer comentario en esta entrada xDDD

De verdad, esta chulisima la historia :D

Anónimo dijo...

woooooooo esta genial >w< si es verdad es una pena q sea corto xD
sige haciendo fics >w<