domingo, 4 de octubre de 2009

Soñar

La hoja en blanco del word sólo me ha dicho esto.

Para ella. Sí, cotillas, no hay más explicaciones. Ella sabe de sobra quien es.
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Sus ojos azules se clavaban en los míos, tratando de leerme. Mis ojos se clavaban en los suyos, incapaz de pensar en nada. En aquel momento no existía.

Ansiaba permanecer así el resto de mi vida, ver el mundo a través de sus ojos. Si aquello era un sueño, no quería despertar. Si aquello era morir, que se llevase mi alma.

Parpadeo. Vuelvo al mundo real, o al sueño. Ya no sé distinguirlo. Demasiado real para ser un sueño, demasiado perfecto para ser real.

Caminamos. Mi brazo toma vida propia. Se apoya en sus hombros. Ella posa su cabeza en el mío. Cierro los ojos. Siento a la gente mirarme, susurrar. Ya no me importa lo que digan.

Paramos. Nos volvemos a mirar. El tiempo se detiene. Da un paso. Otro. La oigo hablar. No la entiendo. Me paralizo.

Une sus labios a los míos.

Y entonces descubro que no es un sueño. Que es real. Que ocurre.

Que los sueños pueden hacerse realidad.

2 comentarios:

Mademoiselle Versailles dijo...

Bravo! Bravoo! *aplaude*

Dios mio, love is in the air!!! Vaya rachita que llevamos! ^w^

Me encanta el poema, y si. Ahora creo que los sueños se pueden hacer realidad...

Anónimo dijo...

Si te preguntas para qué tengo la cuenta te diré que para hacer bonito. xD

En fin, en fin... pues siento mucho la confusión, la verdad, estaba al 99% de segura que sería ello. Y ahora te monto un berrinche de proporciones épicas por haber hecho el juramento de Hipócrates {Hipócrites ¬¬}.

Respetaré tu secreto, no soy tan mala. n.n

En fin, delicioso. Almenos algo con lo que guardar la espera del taaan deseado final de Alma en llamas. {Interesados, id a FictionPress.}

Byecito. ;)