Por que a veces quisiera irme, perderme, siguiendo una música que no lleva a ningún lugar.
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— ¿Quién eres? —pregunté.
Ella me miraba fijamente, mostrando en sus ojos algo que no lograba captar. Sus manos arrancaban una melodía azul de su guitarra. La gente le lanzaba unas monedas a cambio de llevarse el silencio.
Nadie, aparte de mí, parecía darse cuenta de su presencia. Para ellos, la música no era más que una mendiga que tocaba para poder comer. Yo veía libertad bajo su sucia ropa. No agradecía las monedas; no parecían tener importancia. Pasase quien pasase, sus ojos no se apartaban de mí.
— ¿Qué quieres? —inquirí.
Ella no respondió. Siguió tocando. Dejó que su melodía me respondiese. Sus notas me mostraban mundos más allá de mi vida, lugares que sólo existían en mi imaginación. Sonreía cuando volví en mí. Su mirada me prometía un mundo nuevo.
—Llévame contigo— dije.
Ella se levantó. Sacudió las monedas que había en la funda de su guitarra y se la echó al hombro. Caminó hacia la puesta de sol, siguiéndola mis pasos.
viernes, 2 de abril de 2010
Melodía
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2 comentarios:
¡Minino Vago! {Plagio, lo sé! xD)
Me encantó; muy bonito y emotivo. Sigue a tu música personal, pues ella te llevará por los mejores sitios de tu vida. Qué bonito sería encontrar una melodía que llenara un corazón en epne y atormentado...
Bueno, te dejo que nunca acabaré con el e-mail ni con mis deberes. T.T Por tu culpa mi maestra se fue dos días SUPER importantes...
¿Qué decir? La música te transmite eso: emociones, historias... vida. La historia es muy bella D:
Él le seguirá hasta el fin del mundo, ya que le mostró la dicha que se podría ganar junto a ella.
Adoraría encontrar a mi melodía personal xD
Muy lindo, gatito.
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